25 diciembre, 2007

Ironía

Querido Lector, ¿Será acaso una ironía la forma idónea de iniciar este artículo?

Puede que mi poca pericia al escribir un texto, sobre tan exigente tema, me haga recurrir a palabras de otro para poder expresar l oque me gustaría expresar, ya sea por mi falta de lenguaje o tal ves de inteligencia, quizás incluso haya hecho que cometiere errores como el mal inicio de este pequeño artículo. O quizás, intencionalmente he querido comenzarlo con una absurda e irónica pregunta en virtud de la cual se autorrefiera el concepto de “ironía”. O debería haber iniciado como un sin número de otros artículos que, con, conceptos o anécdotas ridículas, se refieren sobre la ironía con poca o nula lucidez sobre el dulzor de su ejecución. O quizás soy un estúpido que escribe lo primero que se le viene a la mente riéndose de aquellos que inician sus largas tesis, sus complejos argumentos, y sus descargas de forma tal, que mis celos brotan en este momento y hacen fuego contra su pericia y lata capacidad de persuasión, y yo en mi ignorancia trato de aplastarlos con falaces argumentos.

Aunque iniciar este articulillo con una pregunta que no se sostiene en si misma, sólo tendría sentido si yo tratase de plantear dicha pregunta como una ironía. Ironía mala en todo caso, porque quien se pregunta sobre el inicio de un articulo con lo que quieres describir, poco o nada conoce de la sutileza y elegancia de la ironía. Pues este es uno de los principales errores, ya que no tengo ni la más mínima intención de reproducir, distinguir o identificar a la ironía, porque lastimosamente para los peritos de la lengua, la ironía tiene cierta sutileza que las palabras pueden obviar. Por tanto, si inicié como inicié, porque soy un irónico, y mi principal interés es que los peritos del lenguaje denoten mi falta de lucidez reflejada en mi pequeñísima ironía, ¿acaso debería continuar con la estructuración lógica del sin fin de publicaciones que han referido dicho tema? Creo que no. Tal vez, cada una de las palabras que he tratado de articular, están dispuestas de tal forma, que finalmente te darás cuenta de mi burla, o tal vez sólo me burlo de mi mismo y mi poca pericia, y que la desorganización de una de ellas, significaría solamente perder el sentido de lo escrito, de hecho, seguir tratando de explicar si esto es o no una ironía es un sin sentido así que continuare con mi exposición.

Quizás mi querido lector, después de leer una y otra vez lo que antes expuse sólo sea para ti una chifladura de un tipo que tiene el poder de publicar una estupidez, o simplemente pienses que nunca fue mi intención real escribir un articulito sobre la ironía, o talvez todo el rato he querido hacerlo, eso sólo podrá ser juzgado por ti al final del mismo. Podrías descubrir, astuto lector, que todo esto es sólo un nudo que ha sido escrito para reírme de ti, o simplemente molestarte, ya que tienes tanto tiempo para leer tamaña estupidez que dejas las cosas que en verdad deberías hacer. Porque quiéralo o no querido lector o lectora, usted a estado por lo menos diez segundos, o si es más astuto y despierto un poco menos, musitando cada una de las palabras que he ido escribiendo. Y aunque usted no haya querido, por algún tiempo usted ha pensado exactamente lo que yo quería que usted pensara, por lo menos por diez segundos, despierto lector.

Pero no se preocupe, porque probablemente yo no quise de modo alguno escribir irónicamente. Y si lo quisiera, no sería una ironía sutil. Para nada. ¿No es acaso sutil la ironía que no se ve, que es perceptible por algunas pocas cabezas que van un poco más lejos que las cabezas normales?

En cambio, mi querido lector, la ironía de frente y explicita que gracia tiene, cual es la elegancia de la ironía directa mi ironizado lector, a menos qué, claro esta, que dicha ironía sea tan evidente y bien hecha, que haga reír a aquellos a los que burla, precisamente tú. Pobre del que se ríe de dicha ironía de la que es participe, perdón, victima. Y pobre del que, por causa de su tremendo intelecto y gran pericia, denotará la presencia de la ironía, se limitará a no seguir leyendo. Pobre de tí, ágil lector que hace párrafos perdiste el interés o sentiste que eras el burlado, pero bien por aquel esforzado e insistente que llegó hasta el final de tan absurdo texto, porque si, nos ayudaste a ironizar al hábil, perito e inteligente burro.

Disculpen por la sutileza.

4 comentarios:

Benjamín Rey A. dijo...

Me timaste, qué paja... pero bueno.

Anónimo dijo...

Aprovecharé este texto, cuyo comentario me guardo por motivos relativos a su proveniencia, para plantear aquí una duda que por cortesía del señor Ricardo Padilla al comentar en este mismo blog, me ha sucitado, y por lo cual aprpvecho de agradecerle.

La duda es la siguiente: ¿Es la Ironía una falacia?

Espero que algo despierte en uds esta pregunta y al menos me contesten para insultarme por mi ignorancia.

Saludos Cordiales.

Alex dijo...

Maldito ignorante, en vista y teniendo en consideración que esta pregunta me fue planteada tiempo atràs y quiizas la respuesta no os parecio suficiente o simplemente escapo a los límiites de tu restringida capacidad de entendimiento, es que procedo a explicarte lo mas didacticamente si la iranía coresponde o no a una falacia, de acuerdo a lo que se infiere de los significados de estas palabras.

*falacia.(Del lat. fallacĭa).

1. f. Engaño, fraude o mentira con que se intenta dañar a alguien.

2. f. Hábito de emplear falsedades en daño ajeno.

*dato obtenido del diccionario de la RAE

Mi "queridisimo" compañero universitario, si lees con atención el siginificado primero de falacia notarás que lo que hay se plantea no encaja en la defnición de irónia, puesto que el engaño, fraude o mentira no tiene lugar si consideramos que las ironías son expresadas de buena manera, por lo que la mentira, engaño o fraude no existe si es develada por el lector u oyente. Enn pocas palabras, si una ironía es bien dicha, el oyente o lector podrá identificarla como tal y no creera aquella simple manifestación de pensamiento.

Sobre la segunda definición, es entendible que las ironías son empleadas para causar daño ajeno, pero en este caso debemos recurrir al significado de falsedad, o este analizis etimológico estaría incompleto. Lo falso es considerado aquello falto de verdad o auteniticidad o la considerada falta de conformidad entre las palabras, las ideas y las cosas. Es sobre estos dos tipos de acepciones que uno puede abocarse. El problema de esto, es que lo falto de verdad o auntenticidad o la falta de confimidad antes mencionada, deben causar algun tipo de daño, pero si entendemos que las ironías, tal cual se menciona en la primera justificación, son entendidas claramente, aquellas falsedades, carencias de autenticidad o simiple falta de conformidad no pasa de ser un recurso retórico mas sin constituir en ningún momento un real daño a terceros, si este es lo suficientemente inteligente para percatarse.

Es por esto que la ironía dificilmennte puede ser connsiderada una falacia, aunque todo esto dependerá del grado de inteligencia que presente el oyente o lector.

Saludos.

Yeyo dijo...

Señores Posteadores, ante la pregunta de Carlos, me pareció pertinente pronunciarme respecto de la ironía.
Concordando en parte con lo que manifestaba Alex, no creo que se deba recurrir tan eruditamente a fuentes como la RAE u otra, sino que la respuesta nos debiese caer más desde el BENDITO SENTIDO COMÚN.
La ironía atiende a un recurso linguístico que técnicamente es una "burla", emperifollada, pero burla al fin.
Me parece, no obstante que hay momentos y momentos donde usarla.
No se les ocurrirá hacer una en medio de alguna instancia formal o seria, en que sería de mal gusto e incluso de mala educación.
La ironía procedería mas bien en circunstancias menos tensas y su uso debe ser sutil y poco recurrente, para no caer en lo degenerado.

Saludos.
Juan Pablo Delgado.