Más allá de los resquicios y argumentos técnicos que se puedan esgrimir para rescatar esa gota de dignidad que algunos aún creen tener, la declaración pública, tan precisa como plástica, es realmente lapidaria. Bajo la presunción de que todos leímos dicho papelito, nos quedaremos con la impresión general: Las más altas figuras del CAAD quedan maniatadas, el resto subyugado y las órdenes que emanan del Olimpo, transgreden claramente todo reglamento y cualquier noción sobre la Libertad de Expresión.
Ahora bien, Después de tan espectacular despliegue de poder ejercido contra la mesa directiva de nuestro Centro de alumnos, la consecuencia más evidente, sería una defensa o hasta contraataque ante está resolución inapelable, mas sobre este punto solo resta esperar y esperar, ya que no conviene por el momento tomar en manos propias su venganza, sin estar seguros de que harán. Lamentablemente, el tiempo pasa, y la empatía termina donde empieza la necesidad, por lo que después de esa introducción, ahora vamos a lo que importa.
En un escenario digamos no tan hipotético, si nos resignamos a que esos mandatos serán acatados “a rechinadientes”, entonces nos queda la gran pregunta gran: ¿Deberá el CAAD íntegro seguir en el mando ante las nuevas circunstancias?
Replanteando lo anterior, ¿Es viable encomendar nuestro futuro en un año tan crucial como el presente a un Centro de Alumnos que amordazado por arbitrariedades parece ser una sombra de lo que fue?
Nosotros creemos que absolutamente sí, siendo la más aberrante estupidez el no hacerlo, y no solo por la forma en la que han demostrado su compromiso, haciendo frente a las autoridades, sino que mucho más importante, por un argumento completamente práctico: El terror a la acefalía.
En vísperas del nuevo Decanato, sería ingenuo el confiar en nuestra propia capacidad para autogobernarnos, y mucho menos para iniciar campañas electorales. Quizás sea por mi sempiterna desconfianza hacia nuestras autoridades, pero me parece que es ahora cuando más necesitamos parecer un solo cuerpo, y que nuestra cabeza, reciba respuesta y acogida por parte del resto, sin importar que nos dicte el pasado; de lo contrario, solo seremos un grupo de opiniones disidentes que más allá de todo el ruido será controlado cual rebaño de ovejitas leguleyas.
Lo queramos o no, sin importar las condiciones, nuestro Centro de Alumnos es nuestra carta más fuerte y representativa ante lo que se viene, por lo que debemos recordar, que como en un juego de ajedrez, tras sacrificar a nuestra reina, bien podemos seguir jugando, es inevitable el sentir que nuestro juego ya está perdido.
Ahora bien, Después de tan espectacular despliegue de poder ejercido contra la mesa directiva de nuestro Centro de alumnos, la consecuencia más evidente, sería una defensa o hasta contraataque ante está resolución inapelable, mas sobre este punto solo resta esperar y esperar, ya que no conviene por el momento tomar en manos propias su venganza, sin estar seguros de que harán. Lamentablemente, el tiempo pasa, y la empatía termina donde empieza la necesidad, por lo que después de esa introducción, ahora vamos a lo que importa.
En un escenario digamos no tan hipotético, si nos resignamos a que esos mandatos serán acatados “a rechinadientes”, entonces nos queda la gran pregunta gran: ¿Deberá el CAAD íntegro seguir en el mando ante las nuevas circunstancias?
Replanteando lo anterior, ¿Es viable encomendar nuestro futuro en un año tan crucial como el presente a un Centro de Alumnos que amordazado por arbitrariedades parece ser una sombra de lo que fue?
Nosotros creemos que absolutamente sí, siendo la más aberrante estupidez el no hacerlo, y no solo por la forma en la que han demostrado su compromiso, haciendo frente a las autoridades, sino que mucho más importante, por un argumento completamente práctico: El terror a la acefalía.
En vísperas del nuevo Decanato, sería ingenuo el confiar en nuestra propia capacidad para autogobernarnos, y mucho menos para iniciar campañas electorales. Quizás sea por mi sempiterna desconfianza hacia nuestras autoridades, pero me parece que es ahora cuando más necesitamos parecer un solo cuerpo, y que nuestra cabeza, reciba respuesta y acogida por parte del resto, sin importar que nos dicte el pasado; de lo contrario, solo seremos un grupo de opiniones disidentes que más allá de todo el ruido será controlado cual rebaño de ovejitas leguleyas.
Lo queramos o no, sin importar las condiciones, nuestro Centro de Alumnos es nuestra carta más fuerte y representativa ante lo que se viene, por lo que debemos recordar, que como en un juego de ajedrez, tras sacrificar a nuestra reina, bien podemos seguir jugando, es inevitable el sentir que nuestro juego ya está perdido.
5 comentarios:
jaja qe emotivo artículo, más bien parecía un discurso, jaja si yo fuera bachelet te dejaría de vocero de gobierno, jaja....eres más emotivo de vidal.
positivo lolo
no hay mucho que opinar verdaderamente, me alegro que en algún lugar existan centros de alumnos como este que desde lo poco q llevo evalúo que vale la pena. Exageradas las medidas, tanta represion me recuerda más mi época de colegio. Quizás ahi se puedan sancionar mentes más ingenuas que en una universidad, aquí tanta medida como esta terminará por ahogar al alumnado ( a la parte que le importa que la tomen en cuenta) y por hacer que los miembros del CAAD se desencanten mucho del lugar en donde estudian. nose si me equivoque pero creo que este CAAD tiene un liderazgo bien cercano al alumnado, y desde ese pto de vista que mala idea ha sido sancionarlos asi, inmaduramente las autoridades han convertido a estos jovencitos en sus enemigos, cuando podrían haber sido sus aliados.
pa los ke no esten de acuerdo con mi opinion no me importa jajaja....solo den la suya, sie ste foro parece ser de lo más libre.
et bonne chance
au revoir.
....mademoiselle
Correcion**Más emotivo que ...
Tal cual como lo indica el payaso de stiojen sólo cabe esperar.
Esperar que las autoridades reconsideren las sanciones impuestas por el "Tribunal de Honor", esperar si la reposición de la sentencia es posible.
Esperar que el escenario se torne un tanto más calmo.
Esperar que el "Caad" por sí sólo pueda salir de esta lamentable situación.
Ante Tanta espera que nos ronda y ergo, nos ata de manos, tengo otra soga que quizás nos mantenga de igual o forma o tal vez nos permita vernos en otro escenario como alumnado en relación con el apoyo que debieramos dar a nuestros represantes...¿Qué Hacer en caso de que los esfuerzos del Caad en pro de disminuir-sino anular- las sanciones con las cuales cargan son infructuosos?
Cre que esa interrogante no es menor.
Saludos.
Bart Simpson.-
Creo, y lamentablemente lo digo, que el CAAD sólo tiene dos caminos o más bien huellas a seguir, el primer escenario bastante escabroso a mi parecer, es que el CAAD simplemente acepte de forma humildemente su sanción, y como si nada hubiese pasado, siga con su programa de gobierno hasta fines de este año, lo que me pareeceria por lo poco, discutible. La segunda es presentar sus apelaciones, ya que al parecer las sansiones son personales y por tanto, la presentación de las respectivas apelaciones son individuales, lo que me parece bastante más digno y representativo del estudiantado.
Espero o más bien llamo a que el CAAD se pronuncie de forma menos parca sobre el asunto.
Encuentro que al CAAD no hay que dejarlo solo en este caso, a pesar de que las sanciones sean individuales, hay que, como dijo stephen, responder como cuerpo a su cabeza y tratar de hacerlo lo mejor posible.
Es verdad lo que se dijo de que hay que esperar, pero si se espera habra que en ese tiempo dar y mantener el apoyo al CAAD, aunque sean sólo ellos los que pueden salir de esto, no hay que dejarlos en el camino, sino seguir con ellos.
Saludos el "Pulpo".
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