24 septiembre, 2008

Condiciones Carcelarias

Temprano por la mañana los reos se levantan para iniciar su peculiar jornada, los jefes de la carreta, los choros, inician su día con la choca (desayuno) preparado por sus perkins, que deben esperar a que ellos terminen de usar la mesa para poder desayunar, el penal está sobrepoblados y no hay espacio suficiente para que todos coman al mismo tiempo.

Un poco más tarde, en un viaje interminable, deben recorrer los pasillos desde sus habitaciones, si es que se le puede llamar habitaciones a esas ratoneras infectas, hasta la escuela de la cana, el ovalo, o patio en donde los presos de penitenciaria comparten sus vivencias, mientras unos pocos hermanos, elevan plegarias y canciones al Señor e intentan que el Jusnaturalismo nos impregne.

En el ovalo, rematados y procesados cursan sus ramos “robo con violencia I” es el preferido por los perkins, que con condenas de poca monta se instruyen en el pregrado, los más avanzados toman apuntes sobre “asalto a mano armada” y “estafa telefónica”, sacando sus doctorados en estas materias. Mientras que los gendarmes en un uso desproporcionado de sus atribuciones, cual juez, separan a unos y a otros por considerarlos demasiado peligrosos, como un ranking los llevan a sus celdas personales, en donde el regimen de visita y otros beneficios son cancelados completamente. Facultades que, en virtud de un reglamento –cuando este existe– los patenta ha hacer y deshacer a su maldito antojo. Se pasean con sus lumas y cuando la situación lo requiere imparten algunos palos para que la población penal se tranquilice, un par de unos o algunos reprobados son suficiente para lograr el objetivo.

Más tarde, los gendarmes cuentan a los presidiarios, pasan las listas y los separan según galerías. No conocen mucho de sus problemas, motivaciones o las situaciones en sus vidas que los hicieran ser parte de la demanda penal, a pesar de jactarse de su cercania con los reos. Otros pocos, en un afán un poco más humanitario, creen conocer –o lo intentan al menos– un poco de sus vidas, pero finalmente su esfuerzo con los años, se transforma en nada, y al final del día se transforman en autómatas ejecutores de su trabajo, cajeros automáticos que reparten palizas y caramelos.

El alcaide, en su oficina, observa desde lo alto del panóptico, fuma su habano y posteriormente toma su maletín y se retira del penal, dirigiéndose a alguna barbería a afeitarse, dejando en mano de sus subalternos la administración de su local. Posteriormente vuelve, mira el ovalo ya vacío y vuelve a la placitud de su hogar. Y ni siquiera se da cuenta, que las ratas han carcomido el lugar, que las cornisas se caen en pedazos y que a pesar de la modernidad de la concesión y lo costoso de este, su calidad es pésima.

Durante el día, los presos se enfrentan unos a otros con sendos estoques, claramente no intelectuales, y se dedican a saldar ciertas cuentas pendientes con otros reos. Los más pacíficos se dedican a pasar las horas tirando huincha en compañía de alguno de sus guardaespaldas, o soldados. Otros, se dedican al deporte, el ping-pong es el preferido en el penal, aunque nunca falta la pichanga loca en el patio principal.

Finalmente, cuando la sombra comienza a desvanecerse y la noche poco a poco empieza a envolver el panóptico. Desde las galerías superiores, es posible ver como tras los barrotes, unos tratan de contactar a otros para decirles que esta noche lo harán, harán lo único que llama realmente la atención de las cúpulas –o que creemos que llama la atención de ellas– algún corte profundo en los antebrazos o el triste y lamentable suicidio.

El casino del penal ya ha cesado sus funciones, y de las maneras más increíbles, los presos tratan de calentar agua, con artesanales hervidores, los que consisten simplemente en un cable pelado que directo a la corriente calienta el agua para un poco de mate. El mate, no es sólo el brebaje caliente que todos conocemos, sino que es toda una institución es el circulo en que los choros toman las decisiones del hampa, es todo un ritual, definen cuales son los Perkins, a cual tiraran al choque y cuales, por sus pocos méritos dentro de este deben ser eliminados.

Por las noches, algunos lloran, otros son sodomizados intelectualmente incalculables veces, otros duermen, y los más inocente, no pueden dormir por causa de las torturas del día.

Esto es un día en la FACULTAD.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

una carcelll....

que onda lco ni cagando una universidad pelolais como la UDP y su facultad de derecho va a asemejarse en algo a una carcel.. .si tu lo encuentras así... eres un recentido...
las carceles son otra cosa...

Anónimo dijo...

No entiendo, si tu intención es realizar una analogía con la facultad de derecho o simplemente notar las deficientes condiciones carcelarias de nuestro país.
Si fuese la primera, me adhiero a la opinión del anónimo.
Si es la segunda, personalmente creo que independiente de que corresponda que se respeten los derechos de los presos y las condiciones básicas que merecen. La cárcel tampoco es un hotel que pagamos con nuestros impuestos.

Felipe García-Obreque dijo...

Definitivamente la analogia no fue entendida ni por anonimo ni pro mi querido Sebastiàn...

Definitivamente la Facultad de Derecho de la UDPe. no es una carcèl lógicamente, pero sin embargo los tratos que los estudiantes reciben a lo poco es dejatorio y conculca nuestra integridad y nuestra dignidad.

Trato que desde las bases e incluso entre nosotros es una verguenza...

Si definitivamente las carceles no deben ser un hotel, pero la facultad de derecho, que lamento decirlo porque válido la tesis de "Universidad Empresa" que nos han inculcado en la UDPe, debe a lo menos mejorar sus servicios, su infraestructura y personal, y entre esas mejoras sin duda, la mejora de los tratos.

Esa era al menos mi intención, pero lo poco fluido de mi pluma puede haber ocultado mis anhelos.

Anónimo dijo...

En realidad, es difícil imaginar que alguien no haya podido entender, a razón del ultimo trozo del ultimo párrafo que todo esto era una analogía. Pero eso simplemente se debe a falta de atención al leer, no a alguna tontera u oligofrenia. Seria un verdadero desastre pensar eso de este blog y de los estimados lectores de más arriba.

En cuanto a lo que es la analogía en si, estoy de acuerdo que el punto referido a las relaciones “facultad-estudiantado” y “estudiante-estudiante” que Felipe García-Obreque explicó en su respuesta de más arriba, a la que agrego si se me permite, que éstas son degradantes, segregacionistas (O peor aun, apáticas) e inhumanas. En vista de esto, considero importante buscar métodos que involucren a los estudiantes unos con otros en la Facultad de Derecho, lugar que en mi opinión, es el mas afectado de toda la UDP por los fenómenos que voy a describir. Los otros temas tratados son harina de otro costal.

En lo muy personal, y a pesar del absoluto individualismo (entiéndase “pasar piola”…) que practico, duele darse cuenta que en los últimos dos años que he estado en la Facultad, la Universidad no ha resultado ser TODO LO QUE PODRIA LLEGAR A SER. Es decir, es tristísimo observar desde la terraza del tercer piso hacia el patio del casino y distinguir claramente pequeños grupúsculos estáticos y circulares. Claro está que tampoco voy a entregarme a la demagogia de “todos somos iguales, compañeros de clases, y deberíamos unirnos por el solo hecho de unirnos”. La cosa no funciona así, pero si siento que estos grupúsculos, por muy legítimos y necesarios que sean (Que lo son…) son ultra herméticos y poco solidarios con el resto del mundo, sean (Se me perdonara) cuicos, flaites, ric@s, fe@s, altos, flacos, gordos, chicos, blancos, negros, amarillos, multicolores, creyentes, ateos, etc. Es cosa de unir a los estudiantes a través de elementos que permitan efectivamente la interacción, pues en los “carretes” que se hacen en la facultad de Derecho, no solo se sigue viendo estos “clanes” y su comportamiento ya descrito, sino incluso esto se acentúa. Es inaceptable y nuevamente, muy triste.

Creo que, volviendo al tema de los métodos, seria interesante crear instancias de debates políticos, religiosos, sociales o de la índole que sea (Y digo en serio, LA QUE SEA), acentuar actividades sociales que unan a los diversos grupos, tener ideas “culturales” más serias (teatro, exposiciones, música), entre otros, pero de manera tendiente a la participación de gente de la Facultad, y no solo de otras partes (De lo contrario, seria lo mismo que siempre de ha hecho). Como una sola sugerencia, que en mi caso personal me ha ayudado a paliar un poco la situación, creo que un poco de cortesía pura y de espontaneidad con nuestro prójimo es muy útil y altamente recomendable. No intento desmerecer a aquellos que ya se comportan de dicho modo, sino incentivar a otros más desinteresados a que hagan lo mismo. Lo cortes no quita lo valiente, y nadie dice que todos seamos amigos, pero si que seamos mas unidos e involucrados en la vida de la Facultad.

Finalmente, y para terminar este aburrido discurso, quiero felicitar a los administradores de este blog y los insto a que publiciten mas dinámicamente esta pagina. Es mas, incluso seria interesante empezar a crear redes de blogs de estudiantes de Derecho de la UDP, pues hasta donde tengo entendido, son muchísimos los que tienen bitácoras personales. Ese podría llegar a ser otro modo de integración, usando una de las herramientas más fuertes que hay: Internet.

Saludos, compañeros, y mucha suerte en las solemnes que les quedan.

Bart Simpson.- dijo...

No me siento como un Reo propiamente tal, pero en ocasiones me proyecto y me observo casi como en una prisión debido al futuro arancel.

Saludos.

Anónimo dijo...

Que les paso????esta foro duro poco, estan muertos, por que no publican???

Derecho Portaliano dijo...

Sepulturero:

Esta semana reviviremos de las cenizas!

Anónimo dijo...

un claustro?, cual claustro?....digo para ir...porque el que hubo dejo mucho que desear, todo me parecio malo, repetitivo, fuera de lugar, insuficiente, excepto por montero....Más de lo mismo, nuestro claustro fue más parecido a un acto de 21 de mayo, a´un acto de colegio, de claustro bien poco.
Muy pobre, que pena que tantos se conformen con eso, que poco arraigada tenemos la conciencia democrática y pluralista al interior de la UDP y que mal le hace eso a nuestra universidad. finales bonitos, lugares comunes, frases para el bronce, poca intensidad de discusión, poco dinamismo, poca interacción, excepto nuevamente por Montero...
Que falta nos hce creernos el cuento, que poco preparado se mostró nuestro decano....mucho que desear.... Si alguien sabe de un claustro, por favor que me avise, dispuesta estaré a arreglar mi agenda para asistir, porque a los actos de colegio deje de ir el año pasado, cuando sali de cuarto medio.