11 abril, 2009

Carta al Director de Benjamín Jordán al Mercurio

Señor Director:

Ha sido extremadamente recurrente la discusión sobre la calidad y cantidad de los abogados, desde que Urbano Marín, Presidente de la Corte Suprema se atrevió a explicar un problema que a mi juicio es real en cuanto a la calidad de los abogados y aparente en cuanto a la cantidad. Como bien ha explicado el Decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Diego Portales Juan Enrique Vargas somos un país que comparado con la realidad universal pareciera no demostrar problemas cuantitativos en el ámbito de la extensión de abogados titulados y así en Chile hay 13,3 abogados cada cien mil habitantes lo que es bajo en relación a otros países con similar desarrollo al nuestro. La solución al problema dicen los expertos sería un test para los futuros abogados, pero ¿quién realiza el test?, ¿quién formula las preguntas?, ¿quién está realmente capacitado para hacerlo?, ¿la Corte Suprema que está capacitaba para resolver litigios tiene la misma capacidad para la elaboración de pruebas objetivas elaboradas de manera inequívoca?, ¿las Universidades del Consejo de Rectores?, en fin preguntémonos ¿quién custodia a los custodios?.El problema es claro, supongamos las universidades del consejo de rectores realizan la prueba, ¿quién cree que ellas son las más capacitadas para hacerlo?, al menos yo no.Y lo digo porque no hay a mi juicio otro parámetro objetivo que compare el rendimiento de la Facultades de Derecho mejor que someterse a la acreditación, y lo que por cierto resulta curioso es que de las universidades nacionales que imparten la carrera Derecho sólo 9 se han acreditado de las 42 que existen, ¿por qué?. Pienso que la respuesta es clara y tiene relación con que el prestigio que tienen estas universidades no quieren someterlo a parámetros objetivos comunes que los evalúen, sino que sólo estarían dispuestos a someter su prestigio a una prueba realizada por estas mismas casas de estudio, y si no es así no veo otra razón que las inhiba a acreditarse. Pues bien este sentido, no hay que cerrar los ojos ante lo evidente; antes de elaborar pruebas hay que hacer un diagnóstico claro del problema, si queremos saber quienes están capacitados para evaluar la elaboración de una evaluación, debemos conocer cuáles son las universidades que forman buenos estudiantes de pregrado y cuáles no, y así la acreditación es la solución y no una prueba común que lo único que logra es inhibir la creatibidad y el desarrollo de destrezas en los estudiantes de Derecho.

Benjamín Jordán Liniers,
Alumno de 5to año de Derecho UDP.

14 comentarios:

Derecho Portaliano dijo...

Estimado:

Es fácil aferrarse a las palabras del Decano, y hasta huele a afan publicitario el que un alumno de su facultad lo secunde publicamente.

Lo primordial, es que aunque dicha opinión suene tan solidamente fundada en datos duros, la verdad es que es discutible. Es que sí, es cierto que comparativamente hay menos abogados por persona, pero se soslaya que no todo pais entrega el mismo campo laboral a todas las profesiones, por lo que en nada obsta que una cantidad inferior de abogados, ya sea considerado un exceso.

Entonces, primero que todo, parece apresurado tanto el afirmar que son demasiados abogados, como que no lo son.

Pero como bien insinuas, el problema es cualitativo, y no cuantitativo. LUego, si bien el criterio más objetivo es el de la acreditación, cabe preguntarse si es este suficiente, ya que es otorgada en ciertas ocasiones a universidades con un puntaje de corte bajísimo, de un nivel cuestionable en Derecho o que se muestran bastante distantes en los rankings internacionales, y de prestigio a nivel nacional (http://www.cnachile.cl/acreditacion/resultados.html)

De todos modos, encuentro un gran valor en lo que dices, y es que es del todo preocupante que universidades pretendan realizar un examen que no solo aumentará su prestigio, sino que fomentará a los estudiantes a ingresar en estas facultades para poder luego rendir un mejor examen y ser más valorado en el mundo laboral.

Pero quisiera dar un giro distinto al tema, y sobre esto espero tu respuesta: ¿No crees que el establecer un examen con criterios y contenido específico y recurrente, afectará la forma como se enseña el derecho a nivel nacional, desincentivando un enfoque más innovador y progresista?

Saludos.

Carlos Medina Gómez-Tello

Benjamín Jordán Liniers. dijo...

Totalmente de acuerdo.

Respecto al último punto, lo creo totalmente, tanto así que la frase con la que termino hace alusión al tema.

Anónimo dijo...

Absolutamente de acuerdo con Benjamín. Desde cualquier perspectiva este es un problema cualitativo y no cuantitativo, a todas luces la solución es el proceso de acreditación ante la CNAP y no un examen único nacional (o como lo sugerían los de la Universidad del Desarrollo: “examen ético nacional”).

Ahora ¿por qué apareció esta discusión a la palestra siendo que nadie la invitó? Creo yo que no es más que un poco de tiempo para que se preparen aquellas universidades que quieren pero no pueden acreditarse. A muestra de un botón: el decano de la facultad de derecho de la Universidad de Chile al parecer recién se dio cuenta que la construcción requiere un poco más de un par de meses, que de alguna forma debe complacer a sus estudiantes y que las políticas universitarias necesitan un diagnóstico antes de su implementación.

Felicitaciones Benjamín por la iniciativa.

Saludos,

Rodrigo Rivera C.

Ps. Absolutamente de acuerdo también con el decanato y Consejo Académico (la decisión de publicitar el tema y apoyar la seriedad de la Acreditación fue de este último).

Valentine Wiggin dijo...

Estoy muy de acuerdo con la carta enviada: el exceso de abogados es un tema. El gran pero es que también sobran veterinarios y periodistas (los cito por el exceso, no por otra cosa), y nadie pretende hacerles un examen para medir quién sabe más.

Si existiere aquella evaluación... ¿le quitarían el título a los que no pasan? ¿los mandarían a repetir ramos? Complicadita la cosa.

La cuestión acá es simple: llega un momento en que todo sobra. Por eso, quien necesita ese "algo" (en este caso un abogado) tiene que elegir lo mejor. Cada estudio y cada cliente deciden con quién quiere trabajar. En el caso de todos los abogados del Estado o sus ramas, que ellos vean cómo miden a los que entran. Pero no me vengan a hinchar ahora con que hay que "medir la calidad de todos los abogados del pais". Corten el hueveo, si los abogados son una profesionales importantes, pero no somos superiores a nadie.

Esperamos más publicaciones, Portalianos!

P.S: frases para el bronces del Sr. Jordán:
- "evaluar la elaboración de una evaluación"
-"elaboración de pruebas objetivas elaboradas de manera inequívoca?"

Bart Simpson.- dijo...

Al parecer, "nuestra" carta de triunfo tiene que ver con que Escuelas de Derecho como en la que habitamos, nos proporcionan una educación innovadora y que aquello incorporaría un "considerable" valor agregado a nuestras competencias como profesionales para desenvolvernos de mejor manera en el complicado mundo laboral.

Ahora bien, a propósito de esta discusión planteo la siguiente pregunta:

¿Qué tan innovador es nuestro proyecto educativo, en qué medida-cualitativamente- se vería alterado el modelo de enseñanza de nuestra facultad?, ¿Realmente eso-un examen de acreditación- nos perjudicaría?

Planteo esta pregunta porque pareciera ser que todo el mundo se llena la boca en relación con un supuesto proyecto educativo innovador, moderno o como quieran llamarle, sin embargo, estimo conveniente saber, en primer lugar, si disponemos realmente de aquella ventaja en relación con otras facultades.

Ignacio Riveros Muñoz.-

Valentine Wiggin dijo...

Si en algún momento lo tuvimos, está claro que terminó de agotarse cuando renunció Espejo.

Anónimo dijo...

Creo que no sirve de nada un examen nacional de derecho, porque aunque escuelas aparecieren mal evaluadas, estan no cerrarian sus puertas y en definitiva saldrian la misma cantidad de "malos abogados". Tenemos el ejemplo del examen medico Nacional, la "San Sebastian" y "FiniS Terrae" (ULTIMOS LUGARES) no dejaron de recibir y graduar gente. Si solo se trata de reflejar "prestigio"....ya existe un ranking.

Bart Simpson.- dijo...

Si bien es cierto que el Ex-Profesor Espejo era un gran aporte-en diversos planos- para la facultad, no creo que por su "lamentable" partida "todo" un proyecto educativo se haya derrumbado.(Suponiendo que lo haya)

FRANCISCO CAÑAS dijo...

Si el problema es cuantitativo,la solucion provendra del mercado. El que pretende estudiar derecho se abstendra de hacerlo, por estar saturado el campo laboral. Eso en cuanto a la cantidad. Sin embargo, respecto de la calidad existe un problema, y en una sociedad donde presisamente el mercado no funciona en ciertas areas es nesesaria una solucion que provenga del Estado. Sea acreditacion, o examen nacional las soluciones que provea el Estado, estas se enmarcan dentro del plano meramente educacional, sin embargo, existen otros planos donde el Estado puede actuar. Un plano importante donde debe actuar, tal como lo hace con cualquier producto, es respecto de los derechos de los consumidores. La mejor sancion para un mal abogado es la abstencion de contratarlo de parte de sus clientes o jefes. El Estado puede estructurar formulas y recursos que permitan llevar a cabo esto, tal como sucede como cualquier producto defectuoso.
Las universidades que forman buenos abogados tienen una mision fundamental cuando lo hacen, sin embargo deja de ser fundamental cuando llevarlo a cabo es mas caro que no hacerlo. Formar un buen abogado implica gastar mas, pero, si la sancion del consumidor es precisamente no consumir de cierta calidad, dichas universidades se veran forzadas a formar a un mejor abogado, a riesgo de quebrar de no hacerlo. Si se ataca presisamente lo economico del asunto, no creo que pase mas de un año para que ciertas universidades comiencen a modificar sus mallas.
Creo que los analisis anteriores son buenos, aunque cuando se pretende mirar al sol con un telescopio, se nos priva de mirarlo en su totalidad.


Francisco Cañas Sepulveda
"ESTUDIANTILLO" DE 3 AÑO.

Felipe García-Obreque dijo...

Parece que la Señorita Wiggin en verdad se creyó el tremendo discurso apocalíptico que nos dio el estimadisimo huevito internacional en nuestra última clase de educación física (esa clase que la mayoría esperaba pasara rápido, pero que a unos pocos fascinaba, no sé si por la lucidez del profesor o la exigencia del ramo).

En fin señorita Wiggin, hasta cuando citaremos los lamentos del Sr. Espejo, se fue, se acobardo y ahora enseña Orgánico en alguna Universidad más de su estilo. En fin, creo que el problema cualitativo al que se refiere Benjamin es significativamente un dolor de cabeza que alguna aspirina empezarán a vender para que el respetado gremio de los trabajadores liberales, no se ponga a joder pro un tiempo, osea, usted sabe que si los abogados no hacen lo que debe quedan unos problemitas medios complejos para el Estado, los Tribunales y otras cien instituciones en las que trabajan. En fin... sólo quería reiterar mi falta total de agrado por nuestro profesor de Lacoste... Saludos...

f.

Anónimo dijo...

Ignacio o Bart, yo encuentro que si hay proyecto educativo, otra cosa es que a Montero, a los profesores que se (o los) fueron y a nosotros no nos guste por diversos motivos. Como se ha podido observar, durante estos últimos seis u ocho meses se han ido un par de profesores rebeldes, se ha hecho otra “bombástica” contratación, se hizo una reforma a la malla electiva, se pretende una reforma a la malla curricular, se aprobó un magister de continuidad, una especie de programa para reformas judiciales, el consejo académico no requiere del voto de los alumnos para lograr las reformas, etcétera.

Visto ello, al menos la propuesta que manifestó el actual decano en el oscuro debate realizado el año pasado se está cumpliendo. Esa propuesta que no buscaba reinventar, sino tomar decisiones ante las problemáticas más complejas que creo el anterior decano. Algo que no nos gusta, pero que existe a menos que tapemos el sol con un dedo.

En este contexto, nosotros como cuerpo estudiantil tenemos al menos dos vías frente a este tapaboca que nos han dado (pues, ahora siquiera vale nuestro voto en el consejo académico; al menos nadie lo necesita): o nos volvemos mañosos y seguimos tapándonos la vista y desconociendo los cambios que se han dado o, en sentido contrario, somos prácticos, damos vuelta la página e intentamos ser parte de este nuevo proyecto educativo. Desde luego, teniendo en consideración que aún hay temas por tratar: no la discusión estúpida sobre si la educación es del estado o del mercado, sino cuestiones realmente relevantes y en donde aún no se han tomado decisiones dentro de nuestra casa de estudios.

Saludos.

Rodrigo Rivera C.

Valentine Wiggin dijo...

Sr. García:

Primero que todo, nunca dije qué fue lo que creí o no del discurso "apocalíptico" de Huevito. Y segundo, tampoco dije que llorara su partida porque me gustara. Mal que mal, era una suerte de "socialista renovado" que tira mierda contra gente que se siente perteneciente de la socialité chilena pero no hace muchos esfuerzos por dejar de ser parte de ella. Lo que sí es (o era) rescatable de él es que tenía propuestas y tenía proyectos y era uno de los pocos que movía hilos para hacer cosas, sino nuevas, interesantes. De no ser por Grin, (que a pesar de tener ciertos integrantes a quienes no soporto), nos habríamos dormido hace dos semanas en el sopor de taca-tacas y copuchas de fin de semana.

Y no me siento menos cobarde que él posteando en un blog en vez de estar ideando cosas para tantear si la universidad puede mejorar un poquito.

Pregúntome yo ¿cuál es el propósito de Opción Portaleana? Y no quiero que esto se entienda como un ataque. Si sigo este blog y posteo es porque encuentro temas muy interesantes, e incluso algunas columnas con las que comparto plenamente. Pero no sé si quieren ser un grupo cerrado o abierto, o si quieren ser partícipes o espectadores de lo que pasa en la facultad. O si sólo quieren opinar sobre ello. Insisto: lo pregunto no como ataque, sino porque de verdad no lo sé, y bueno, quizás se podría hacer algo bueno digo yo.

Saludos

Derecho Portaliano dijo...

Estimada Valentine Wiggin:

Opción Portaleana tiene sus propios fines y desafíos. Nosotros, Derecho Portaliano (auqnue comprendo tu confusión), como un grupo completamente distinto, pretendemos simplemente ser un medio de comunicación e influencia, en principio abierto y sin censura, que contribuya en lo posible al debate de ideas contingentes a nivel nacional e intrafacultad, según corresponda.

Por modesto que sea nuestro objetivo, nos enfocamos en cumplirlo lo mejor posible, y te invitamos a colaborar en lo que estimes conveniente para contribuir de manera más significativa al quehacer estudiantil de la escuela.

Saludos.

Carlos "Stephen" Medina G.

Felipe García-Obreque dijo...

Señorita Wiggin, espero no haya entendido mi inocente comentario como un ataque a usted, reitero que en ningún caso podría dirigirme insolentemente contra una mujer tan bella como usted... Pero no citemos a gente que se acobardo...