¡Quieren dinero!

A propósito del regreso de este Ciber-espacio de opinión (Entre otras cosas) es que me gustaría entablar un debate respecto a un tema de suma importancia en nuestra Universidad, un tema que por cierto tengo “la impresión” de que no es realmente considerado o tomado en cuenta como debiera ser, en fin, el tema es el Arancel.
A propósito -también- de las lecturas que afortunadamente he tenido el placer de realizar de las columnas del Rector de nuestra Universidad, de la reciente campaña que ha comenzado la FEDEP respecto al tema arancel y del análisis de nuestra facultad que realizó el Vocal de comunicaciones del actual CAAD (Rodrigo Hidalgo Solís) es que creo que nos encontramos en buen punto de partida para debatir al respecto. El Rector nos plantea el tema de la relación Dinero-Política, hecho que me hizo pensar en la relación Dinero-Universidad, Dinero-Educación, Dinero-Servicio, Dinero-Derecho o como quieran llamar a esta interesante conexión. Roda se encarga de analizar críticamente las deficiencias de nuestra facultad en un sentido amplio y FEDEP por su parte nos invita a informarnos al respecto.
Dichoso me sentí el día que ingrese a esta universidad, una nueva etapa, una nueva vida, un gran salto hacia la UDP. Sin embargo, mi sentir cambió abruptamente cuando noté lo elevado del arancel…Me dije ensimismado:”Supongo que es un costo justificado”. Así sin más, de un día para otro, opte por dejar ese tema cerrado y dedicarme a los estudios, a las ventanas, al “esparcimiento” propio de nuestro querido Barrio República, en fin, olvidé el tema. Lo curioso es que ya compenetrado con la Universidad, con la práctica de nuestra Universidad y en rigor con la de ¿nuestra? Facultad, comencé a notar que hay ciertas cosas que creo no justificadas y que respecto de ellas hay mucho trabajo pendiente. Razones para sostener tal tesis creo que no son pocas. Mencionemos algunas:

1) Partida progresiva y tal vez masiva de Profesores. (Ver texto Progreso o Decadencia en este mismo sitio)
2) Ausencia de mejoras en los “típicos” focos problemáticos de índole infraestructural.(Léase sillas, disponer de UN CASINO Y NO DE UNA PECERA, salas respirables, lugares distintos a una pecera-propia de los peces- para “estar” en la Facultad, etc.)
3) Malos tratos y deficiente gestión en las labores administrativas de nuestra facultad. En este sentido son COTIDIANOS los reclamos respecto a la labor realizada por las secretarias, al colapso que implica la entrega de exámenes, al NOVEDOSO PORTA EXAMENES del que se dispone en nuestra facultad para guardar “ordenadamente” aquellas pruebas que quedaron en el olvido y que a veces sorpresivamente son reclamadas por sus dueños hecho que potencialmente podría ser objeto de arduos conflictos entre Secretaría de Estudios y Alumnos(as) interesados(as).
4) El conflicto que se produce entre lo indicado por “EL REGLAMENTO” y lo que indica “LA COSTUMBRE”, hecho que a veces implica la ineficacia del instrumento que regula las practicas más importantes dentro de nuestra universidad en atención a una Costumbre aplicada así sin más, cuestión que por cierto implica “Arbitrariedades”.
5) Cierta desigualdad de trato en relación a las sanciones a los que nosotros como alumnos estamos sujetos en ciertos casos en contraste con una ESPECIE DE INMUNIDAD DE LOS PROFESORES. Es probable que esta sea una de las razones más subjetivas y por ende más discutibles, pero al menos esa es mi impresión: En palabras simples es como si los Profesores pudieran hacer y des-hacer todo cuanto quieran y no todo cuanto puedan, es decir, pareciera ser que no hay limites y que si los hay son poco claros y/o débiles como tales, así lo veo.

Es claro que todas estas razones son discutibles, de hecho es la idea, pero insisto en que al menos tengo la impresión de que no estoy tan perdido en estas cuestiones.
Hay algo que estamos haciendo mal. Muchas comisiones, mucho cafecito, mucho muñequeo político, mucho de lo que siempre está disponible para nosotros: La falsa voluntad de escucharnos, considerarnos, de decidir en beneficio de nosotros, esa es mi impresión que ciertamente me gustaría cambiar, pero ¿Cómo?, ¿Cuándo?, ¿Dónde? Y ¿Quienes? Parecen preguntas obvias pero quizás por obviarlas estamos donde estamos y en el estado en el que nos encontramos.
He notado que el problema de los aranceles al final del día se traduce en si las “alzas” están justificadas en términos más allá de los económicos o no, en hechos que sobre-pasen si el IPC o quien sabe que otro indicador influirá o no en lo que pagamos por la educación que recibimos. En este sentido creo que tomando en cuenta esa especie de catastro informativo respecto a los profesores que se han ido y a quienes han llegado además de las razones enumeradas en un principio, creo que NO se justifica. Respecto al estado actual de nuestra facultad creo que tampoco está justificado.(De hecho menos) Nuestro edificio poco a poco se está derrumbando(Hecho innegable e indiscutible) y desde esa perspectiva no queda más que hacer un llamado de protesta, un llamado a dejar la actitud pasiva, a PROTESTAR, a expresar nuestras molestias y dejar de conformarnos con un par de enchufes para los notebooks y otro tanto de pares de sillas y quita-soles que poco a poco se han ido deteriorando como también ha ocurrido con nuestro espíritu constructivo y critico respecto de la Facultad.

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Ignacio Riveros Muñoz.
Bart Simpson.